En nuestra tradición historiográfica, la figura de Benito Juárez concentra virtudes muy diversas. Es el "indio de raza pura", el paladín por excelencia de los principios que propugnaban los liberales "puros" y el símbolo más depurado de la masonería mexicana. Tal mezcla de ingredientes despierta suspicacias, al menos por dos razones: la primera salta a la vista, pues la cualidad de "pureza" sólo es aplicable a lo que está hecho de un solo elemento sin mezcla de ningún otro. La segunda señala una aparente contradicción en el sistema de valores de la elite liberal que tomó el poder en México en el siglo xix, y que se representaba a sí misma como laica, autónoma de todo imperativo moral de carácter religioso. ¿Por qué esa insistencia en remarcar las purezas, racial, política y filosófica de quien simboliza la separación entre Estado e Iglesia?Pero no hay que apresurar un juicio sobre la posible incongruencia entre estos diversos rasgos de un carácter inmaculado desde el punto de vista civil. Bien pueden ser entendidas como compatibles en el marco de un proceso de transformación que habría hecho, de un individuo nacido en el seno de una comunidad indígena tradicional, el máximo representante de los ideales de modernidad de un Estado nacional que pretendía igualarse con aquellos cuyo grado de civilización envidiaba Por su origen étnico, Juárez pertenecía a un mundo de relaciones que privilegiaba la apropiación comunal de los recursos naturales, el primado de la voluntad colectiva sobre la personal y la continuidad de prácticas mágico-religiosas para preservar la supervivencia del grupo en lo sagrado y en lo profano. En cambio, la sociedad que comenzaba a surgir desde finales del siglo xviii exigía el predominio de la propiedad privada, la vigencia de un orden constitucional uniforme que garantizara los derechos individuales, así como el desarrollo de las fuerzas productivas mediante la incorporación de los avances científicos y técnicos que evidenciaban el avance casi providencial del progreso. https://groups.google.com/forum/#!searchin/secreto-masonico/incongruencia%7Csort:date/secreto-masonico/s43TyJx4uSo/nOfu3LVVJAAJ
El Alma en Masonería
EL PLAN DE LA SALVACIÓN DEL ALMA EN LA MASONERÍA La Masonería no tiene una idea del Pecado, como lo tienen las Religiones Judeocristianas, la Masonería no condena los pecados, pero tampoco es complaciente de los malos actuares de sus miembros. La Masonería no tiene el concepto de un Infierno, o de una condena eterna por haber cometido faltas en la vida; tampoco la Masonería tiene un concepto del Demonio, simplemente la Masonería no se sostiene en nada de esto, incluso se entendiera que la Masonería solamente se centra en lo comprobable y verificable mediante la personal comprobación, y no por los dichos de otros. Pero sí que la Masonería tiene como base firme en la existencia de un Ser Supremo, y en la Inmortalidad del Alma; de la idea de una vida futura después de la muerte la masonería simplemente habla de ir a ocupar un sitial en el Eterno Oriente, pero , nada habla de cómo será este lugar, y deja así a cada masón en la libertad de interpretar , tanto el concepto de...
Comentarios
Publicar un comentario