Consciencia masónica

La historia de un masón que arribó a estados de conciencia superior por medio de una desconocida masonería 
Mario Pilares era un masón que se propuso ir en busca del conocimiento secreto  y de las personas que lo verdaderamente lo poseían. Después de muchos años y de grandes sacrificios descubrió al fin las fuentes de este conocimiento secreto  en compañía de varios hermanos masones que partieron también con él  en busca de los "Conocimientos Secretos".
 En todas las historias, relatos  y cuentos  que el Francmasón Mario Pilares contaba había muchos elementos sorprendentes y apasionantes. Pero ya quienes lo escuchábamos nos habíamos  dado cuenta de que había algo extraordinario en el Masón Mario Pilares. Él no se dejaba dominar por pasiones, con él se podía estar seguro de que había conseguido algo más.
Si bien podía decir una cosa y al momento otra no era  totalmente diferente, sin que  nunca se le pudiera acusar de contradicción o falsedad, todo iba hilvanado; pero si  había que comprender y que poder descubrir el lazo que unía el todo de sus relatos sobre masonería.
Hablaba mucho todo el tiempo, pero siempre de una manera evasiva acerca de las Logias que había visitado,  de los hermanos con los que había contactado, y siempre se reservaba en donde había encontrado el conocimiento masónico secreto  que indudablemente Mario Pilares  poseía.
Mencionó algunas logias desconocidas para el resto de los masones, lo que nos hacía pensar eran logias irregulares o logias salvajes; también citaba masones de diferentes ritos que había conocido pero sin dar jamás datos precisos, tal vez por sigilo.
Comenzó  a formar alrededor de él una atmosfera de misterio. Un día que estábamos saliendo de Logia , le pregunté: "¿Por qué parte del conocimiento masónico se mantiene   tan cuidadosamente en secreto?  Y su respuesta fue: que el antiguo conocimiento masónico  ha sido resguardado y, en lo  habitual, existe un conocimiento masónico  distinto al  de ciencia moderna, al de la religión  y al de nuestra filosofía, que  sin duda llega a sobrepasarlas, fue cuando le pregunté  ¿por qué ese conocimiento secreto masónico no se convierte en propiedad común de la humanidad ? ¿Por qué los pocos masones que lo conocen  se niegan darlo a la Humanidad, dejarlo al alcance de todos, en aras de una vida más feliz, más libre  o para combatir contra la mentira, el mal y la ignorancia?" Estas preguntas seguro surgen de masones y no masones que se aproximan al esoterismo masónico.
Sin duda había de cierto en estos relatos contados por el francmasón Mario Pilares. Jamás pude dudarlo. Pero seguramente, a lo largo de sus viajes en busca del conocimiento masónico perdido , había entrado en contacto con mil fenómenos que evocaron para él la existencia de un cierto conocimiento masónico secreto, de ciertos poderes ocultos, de ciertas posibilidades para el masón  y había él había  conocido personalmente a masones que poseían  el don de la clarividencia y otros poderes paranormales.
Cualquiera que sea el número de masones osados  que absorbiesen esta dosis de los secretos masónicos, el efecto sobre sus vidas sería obvio , su comportamiento sería diferente al del resto de los masones, no irán tras puestos políticos, ni tras el dinero , ni grados masónico, y menos irán en busca de puestos en Logia, irán claro tras la deseada trasformación interior. 
Claro  un pequeño número masones concentrando grandes cantidades de conocimiento exclusivo, entonces éste dará resultados muy grandes para la Humanidad en su totalidad.
Desde este punto de vista es mucho más ventajoso que el conocimiento secreto masónico  sea preservado por un pequeño número de masones  y no difundido entre las masas. Estos masones habrían dejado muy atrás la idea de grados masónicos, o de otras cosas comunes en logias, e irían en  busca de un algo más que los grados masónicos no brindan.
"Si para un medicamento, tomamos una cierta pequeña  cantidad de dosis, debemos conocer la cantidad suficiente de medicamente, pues una sobredosis de medicamento sería mortal para el paciente, o enfermo. Si tratamos de curar a la humanidad de un padecimiento un gran cantidad conocimiento masónico vertido sería contra producente, se dañaría a la humanidad más de lo que deseamos, mucho conocimiento masónico   por partes se diluiría , y se verán mucho peor que si no tuvieran ninguna idea masónica operante; de hecho, habremos derrochado nuestro conocimiento masónico  en un retrete. "La distribución del conocimiento masónico  se basa sobre un principio rigurosamente análogo al de los medicamentos. Si hubiera que dar el conocimiento a Todo el mundo nadie recibiría nada.  Pero si está reservado a un pequeño número masones estos tal cual doctores en medicina lo distribuirán adecuadamente en Logias o fuera de ellas ,  y cada uno recibirá lo que merece , no solamente para guardar lo que reciba sino para incrementarlo a la X potencia .
A primera vista, esta idea Masónica  parece muy injusta porque la situación de aquellos a quienes, en alguna forma, se les niega el conocimiento masónico  para que otros puedan recibir algo más, parece muy triste, desigual ,  inmerecida y más cruel de lo que debería ser. Sin embargo, la realidad es totalmente diferente; en la distribución del conocimiento no hay ni sombra de injusticia, iniquidad  o desigualdad.
Es un hecho que la gran mayoría de la gente NO Masona o incluso masones ignoran el deseo de conocer, o simplemente no quiere conocer , no les importan; rehúsan su cuota de conocimiento superior masónico  y descuidan aun tomar en la distribución general la porción que les está destinada para las necesidades de su vida, muchos masones están más interesados en mandiles vistosos , en puestos de relumbrón en logias, o en el oropel de los grados masónicos, van por lo superfluo de las logias masónicas, por lo de poco valor real, van a logias por simple lucimiento personal . Esto se hace particularmente evidente en períodos de locura colectiva en logias o fuera de ellas, en época de decaimiento moral , todo es cíclico , y  cuando los hombres parecen perder súbitamente hasta ese pequeño grano de lo ético , moral o de mero  sentido común, y en logias los masones son   convertidos en robots , incluso se entregan a matanzas gigantescas como el caso de los masones jóvenes turcos , y su genocidio armenio , o del francmasón  Domingo Faustino Sarmiento y su matanzas de miles de indígenas sudamericanos, o en el caso del francmasón mexicano Félix Díaz Mori que siendo gobernador de Oaxaca  que mandó asesinar a cientos o miles de indígenas oaxaqueños,  o en el caso del francmasón estadounidense Harry S. Truman que ordenó lanzar bombas atómicas sobre la población civil en Japón matando a miles y miles de personas . En esos momentos el conocimiento masónico se vuelve veneno en las mentes de muchos masones que equivocaron el camino.
Es así como grandes cantidades de conocimiento masónico , de cierta manera permanecen sin reclamar, y pueden reclamadas por masones y  ser distribuidas a los que saben apreciar su verdadero y gran  valor.
"No hay nada de injusto en todo esto, de no dar el conocimiento a todo el mundo , porque aquellos que reciben el conocimiento masónico  no toman algo que pertenece a otros, no privan a nadie de nada; toman solamente lo que los otros han rechazado como inútil y que, en todo caso, se perdería si no fuera tomado por los verdaderos masones.
Así la acumulación del conocimiento masónico  por los unos depende del rechazo del conocimiento por los otros. En la vida de la humanidad hay períodos que coinciden generalmente con el comienzo de la declinación de las civilizaciones, cuando las masas pierden irremediablemente la razón y se ponen a destruir todo lo que ha sido creado en siglos y milenios de cultura, pero esto tiene su razón de ser , aunque no lo llegamos a comprender en su totalidad. Tales períodos de locura, a menudo concordantes con cataclismos geológicos, terremotos , tsunamis,  con perturbaciones atmosféricas y cambios  climáticos y otros fenómenos de carácter planetario, liberan gran cantidad de esta materia del conocimiento.
 Se hace entonces necesario un trabajo de recuperación de ideas masónicas o de otro sistema iniciático esotérico sin el cual ésta se perdería en su totalidad, y es cuando los maestros se encargan de trasmitirlo a ciertas personas dignas, o de resguardarlo para futuras generaciones. Es así como el trabajo de recolectar la materia esparcida del conocimiento coincide frecuentemente con la declinación y la ruina de las civilizaciones, ya por cuestiones de fanatismos  políticos o fanatismos religiosos.
Este aspecto de la cuestión es claro. Las masas no se preocupan del verdadero conocimiento masónico , no lo quieren, ni lo valoran, y sus jefes políticos o religiosos, en su propio interés, no trabajan sino para reforzar la aversión y el temor que ellas tienen a todo lo que es nuevo y desconocido.
El estado de esclavitud de la humanidad está basado en este temor a la Verdad. Es hasta difícil imaginar todo el horror de esto y sus terribles consecuencias. Pero la gente no comprende el valor de lo que pierde de esta manera. Y para captar la causa de tal estado, basta con observar cómo vive la gente, lo que constituye sus razones para vivir, el objeto de sus pasiones o de sus aspiraciones, en qué piensan, de qué hablan, a qué sirven y qué adoran.
Verificar  a dónde van las ideas de la sociedad culta de nuestra época; a la basura, ver a dónde va la idea religiosa a violar niños y acumular riquezas , consideren aquella basura ideológica  por lo que se paga los más altos precios, a dónde van las muchedumbres más densas, a ver como se golpean dos boxeadores. Si se reflexiona un instante acerca de este despilfarro de energías , entonces se hace claro que la humanidad decae, tal cual es ahora, con los torcidos intereses de los cuales vive, no puede esperar otra cosa que lo que tiene. Pero, por ahora nada de esto se puede cambiar, a no ser que se active un cambio desde los centros pensantes como la Masonería. ¡Imagínese que no haya disponible sino unos cuantos gramos de verdadero  conocimiento masónico por año para toda la humanidad! Si este conocimiento se difunde inadecuadamente  entre las masas, cada uno recibirá tan poco que seguirá siendo el mismo enfermo mental colectivo  de antes, entonces estos cuantos gramos de verdadero  conocimiento masónico se deberá dosificar cual poderoso medicamento, y como cualquier otro medicamento suministrado a un cuerpo vivo , será suficiente para curar a todo ese cuerpo enfermo llamado Humanidad  .
Pero, por el hecho de que tan sólo algunos pocos masones desean este conocimiento superior , aquellos que lo piden podrán recibirlo, por así decirlo, un miligramo  de él, y adquirir la posibilidad de llegar a ser más conscientes de sí mismos y de su entorno . No todos los masones podrían llegar a ser conscientes aunque lo desearan. Y si llegaran a ser conscientes, esto no serviría de nada, pues existe un equilibrio general que no puede ser trastocado.
He aquí un aspecto necesario de entender. Y se refiere al hecho de que esto está oculto a la vista de todos; no hay el menor misterio, y a la vez es un gran misterio, pues no está al alcance de todos los masones. Pero la adquisición o la transmisión del verdadero conocimiento masónico  exige una gran labor y grandes esfuerzos, tanto de parte del que recibe como del que da. Y aquellos masones  que poseen este conocimiento hacen todo lo que pueden para transmitirlo y comunicarlo al mayor número posible de hombres dignos , sean mujeres , sean masones o no, ya que incluso entendemos que muchos no masones entenderán mejor esto que masones que conviven en logias , y esto no es exclusivo solo para varones , o para personas de cierta raza , nacionalidad, religión ,  o para gente rica o gente pobre , y para facilitarles su acercamiento y tornarlos capaces de prepararse para recibir la verdad.
Pero el  verdadero conocimiento masónico  no puede ser impuesto por la fuerza a aquellos que no lo quieren, y como acabamos de ver, el examen imparcial de la vida del hombre medio, de sus intereses, de lo que llena sus días, demostrará al instante que es imposible acusar a los hombres poseedores del conocimiento de que lo oculten a las mayorías, de que no quieren transmitirlo o de que no desean enseñar a los otros lo que ellos mismos saben.
 Quien desee el  verdadero conocimiento masónico secreto  debe hacer por sí mismo los primeros esfuerzos para encontrar la fuente, la logia , o el centro masónico adecuado, para aproximarse a ella, ayudándose con las indicaciones dadas a todos, pero que la gente, por regla general, no desea ver ni reconocer.
El conocimiento masónico no puede llegar gratuitamente a los hombres, o sin esfuerzos de su parte. Ellos comprenden esto muy bien cuando sólo se trata de conocimientos profanos  ordinarios, pero en el caso del gran conocimiento masónico, si es que admiten la posibilidad de su existencia, consideran que es posible esperar algo diferente.
Todo el mundo sabe muy bien, por ejemplo, que un hombre tendrá que trabajar intensamente durante varios años si quiere aprender algún idioma; nadie ignora que para poder captar los principios de la medicina son indispensables años de estudios, y quizás el doble para el estudio de la música o la pintura. Imaginen ustedes lo que un masón tendrá que invertir de años de estudios para llegar a logar la Gran Obra.
Existen algunas falsas  teorías afirman que el conocimiento puede llegarle a la gente sin esfuerzos de su parte, que puede ser adquirido aun a gente que no lo desea , pero esto es mentira . El mero hecho de la existencia de tales alocadas  teorías constituye una explicación adicional del hecho de que el conocimiento no puede llegar a la gente. Sin embargo, no es menos esencial comprender que los esfuerzos independientes de un hombre por alcanzar lo que fuese en esta dirección, por sí mismos, no pueden dar ningún verdadero y legítimo resultado. Un hombre o una mujer  no puede alcanzar el conocimiento sino con la ayuda de aquellos que lo poseen, y por ello tendrá que recurrir a verdaderos y legítimos masones. Esto debe ser comprendido desde el comienzo mismo. Hay que aprender de los que verdaderamente saben de masonería y no de los que sólo deambula en logias , acumulando grados innecesarios, o de los que creen que ser masones es por portar un mandil   . Claro  que existe una masonería que está mucho más allá de los grados y  de los puestos en logia, y esa masonería es de estados superiores de consciencia. El verdadero  masón no necesita de grados masónico, ni de mandiles , ni de puestos en logias.
Y si retornamos al principio , de esta historia , y recordamos al Francmasón Mario Pilares, este es que llegó a Niveles de conciencia superiores gracias a su búsqueda más allá de los grados masónico, de los mandiles y de los puestos en logias.
Alcoseri

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